Hace unos años (quizás unos 60) era difícil, casi imposible, pensar en la mujer como profesional, y es que sus decisiones estaban supeditadas a la aprobación de sus maridos, y a veces, a la de sus padres. No teníamos derecho al voto, no nos dejaban trabajar; el mundo de la mujer se encontraba de la puerta de la casa para adentro. Gracias a Dios el mundo dio un giro y la liberación femenina comenzó! No apoyo el feminismo, no tenemos por qué hacer sentir a los hombres que son menos, y mucho menos golpearlos. Lo que apoyo es un mundo donde los dos sexos se desarrollen profesional y moralmente; que cuando se diga trabajo no se piense automáticamente en el hombre, y cuando mencionan a la familia e hijos, la mujer sea lo primero que llegue a la mente. Responsabilidades familiares y económicas compartidas es lo ideal.
"No podrán hacerlo" dicen muchos de los hombres "el trabajo es muy duro".
Papito, a ver quédate tú en la cocina, tiende las camas, arregla los cuartos, limpia las ventanas, los pisos, saca a pasear al perro, plancha la ropa y encima pon cara feliz en la noche cuando llegue tu esposo ¿más facil? no lo creo... Hace unos cuantos años creía imposible que una mujer llegara al poder máximo (políticamente hablando), el título de Presidenta de la Nación. Pero no porque dudara de su capacidad, ya que si quitamos los músculos y excesos de grasa, el hombre y la mujer intelectualmente tienen las mismas capacidades, sino por todo el machismo que hay en todos los países. Quizás soy un poco dura al decir "todos", pero la verdad es que en la mayoría de países la frase común es "Mami, tráeme una cerveza, préparate un piqueito y que los bebes no molesten pues..."
Sin embargo, ya se ve, las mujeres en la política es la nueva tendencia, tenemos a Michelle Bachelet, Hillary Clinton y muchas más. No estoy desmereciendo a los hombres en este pequeño artículo, no es mi intención, simplemente expongo los pensamientos más comunes y lo que está pasando actualmente. La mujer ha dejado de ser una santa o mártir para convertirse en una lidereza.
Tampoco apoyo el modelo de la mujer "cosmopolitan", del nuevo milenio, etc. ¿Dejar a mi esposo por mi trabajo? Perdóname pero es mi compañero de toda la vida y ningún puesto de trabajo vale el dejarlo de lado. ¿No tener hijos para poder realizarme como mujer? ¡Cómo voy a sentirme realizado si nunca he sentido el amor de madre! El modelo que apoyo es uno donde la familia sea lo más importante, pero los dos esposos sepan apoyarse el uno al otro para que puedan realizar sus sueños, que sean lo suficientemente sabios como para saber que si Dios les dio esa familia, ese talento, ese compañero, es por algo. Y que sepan aprovecharlo.
Los cambios van a seguir llegando, quien sabe y en unos años los hombres prefieran quedarse en casa o vivamos en la luna, lo que sé es que todo cambio requiere de una buena dosis de voluntad y de amor.
¡Vamos mujeres hay un mundo por delante! ¡Y un hombre al costado! ¡Así que buena cara!