lunes, septiembre 12, 2011

Tenía siete años y era una abusiva

Bonjour! Comment allez vous? Déjenme practicar un poquito el francés, pe.

Hoy estuve conversando con unos amigos sobre el TT (Trending Topic) de “#hace10años” en Twitter y comenzaron a sacarme información sobre cómo era yo hace 10 años. Realmente reí mucho recordando cómo era de niña y pensé que quizás sería un buen tema para tocar hoy.

Porque TODOS hemos cambiado aunque sea en ALGO ¿no? Puede que de infantes éramos los más tranquilos del mundo y ahora somos... bueno, digamos que todo lo contrario; quizás éramos muy desobedientes y ahora no matamos ni una mosca u odiábamos estudiar y ahora lo hacemos con gusto... aunque creo que en la mayoría de casos es al revés ¿cierto?

En fin, el punto es que las circunstancias nos han hecho cambiar y aunque algunos intenten negarlo, ES CIERTO. Ningún ser humano se mantiene igual durante toda su niñez y más porque la adolescencia es la etapa en donde se define nuestra personalidad.

Llegando a lo personal, hace diez años, es decir cuando tenía siete era... “una joyita”, por ponerlo así. No me gustaba jugar con todas las niñas, les decía que si querían que fuera su amiga tenían que darme su lonchera, las mandoneaba por aquí y por allá; era la líder prácticamente para todo y yo decidía quién hacía esto y quién hacía aquello. Además, recuerdo que les decía: “Hablen con mi mano”, que fue una expresión que escuché en la película “La nana” y me gustó, así que comencé a usarla.

Continuando, todas las madres de mi salón estaban enloquecidas con mi actitud, querían que jugara con sus hijas y se quejaban con la profesora, la cual me decía una y otra vez, que tenía que jugar con todas y tratarlas bien.

La molestia por parte de los padres fue tal que –créanlo o no- llegaron a hacer una lista de firmas pidiendo que me sacaran del colegio y se la llevaron a la Directora. Pero tranquilos, pueden respirar: No me expulsaron. Sin embargo, las mamás me tuvieron cólera hasta el último día en que me vieron –el año pasado-.

Realmente no fue una etapa muy bonita y quizás por eso es que no tengo presente TODOS los recuerdos... creo que yo misma decidí borrar algunos. Pero en fin, así era hace diez años y me guste o no, no lo puedo cambiar porque simplemente era yo.

¿Y qué queda? Yo pienso que reírme. Cuando recuerdo varias de las millones de cosas absurdas que hice o dije, simplemente me sale una sonrisa y pienso: “¡Rayos! ¡Me golpearía a mí misma si pudiera!” ¿Qué hubiera sido si cuando le dije a alguna niña “Dame tu lonchera o no soy tu amiga” esta me hubiera respondido “Ya pues, no seas mi amiga”? Creo que definitivamente me habría bajado todos los humos. Y probablemente me hubiera ido a llorar a algún baño. Pero bueno, es lo que hay.

¿Y ustedes? ¿Cómo eran de niños, a eso de los seis, siete u ocho años? ¿Eran tímidos, desobedientes o como yo, abusivos? Y algo más importante ¿hay alguna diferencia entre cómo eran y cómo son ahora?

¡Cuéntenme, pues!

Chiquitita Jo’ =)

martes, septiembre 06, 2011

¡Pero qué tal nombre...!

¡Buenos días! Cuando estaba escribiendo eran las diez de la mañana, estaba con mi pijama azul de Snoopy y tenía lagañas en los ojos. Ok, no es una imagen muy agradable y sí, otra vez les di demasiada información.

¿Cómo están? ¿Bien? Espero que sí porque recién inicia la semana así que es un poco “temprano” para ya estar mal. Hoy, 6 de septiembre, es cumpleaños de alguien muy especial y ya he mandado saludos por TODAS las redes sociales que conozco, pero aprovecharé para hacerlo por acá también. ¡Feliz día por cuchucienta vez! Pásala increíble, Ewok.

Ya, continuando. Como dije en la página (by the way, si no le has dado LIKE, ¿qué esperas?) hoy quiero tocar el tema de los nombres. Es un tema un poco complicado porque todos los nombres tienen algo especial. Sí, TODOS, no se rían. Ustedes pueden odiar mi nombre, no se preocupen, no hay rencor.

Entonces, ¿qué pasa con los nombres? O mejor dicho, ¿qué rayos pasa con los padres? Señores, es su responsabilidad poner el nombre a sus hijos y se supone que deben tomarse un tiempo para pensarlo, porque después de todo... ¡es el nombre que van a llevar por el resto de sus vidas!

Creo que podemos clasificar los nombres de la siguiente manera: Los raros, los apurados y los desquiciados. ¡Y todos tienen su encanto!

Empezando con los raros. Ese tipo de nombres transmiten algo como “mi papá se tomó muy en serio la tarea”. A mí me gustan los nombres así porque no mucha gente los tiene y porque en la mayoría de casos fueron escogidos porque tienen un significado especial. Por ejemplo: Gael – “Profundo”. Por cierto, así se llamará mi hijo.

Luego están los apurados. A ver, esos nombres fueron escogidos así como quien tira la moneda al aire. “Ya, si sale cara, Johanna; si sale sello, Saturnina”. ¡GRACIAS A DIOS SALIÓ CARA! También son bonitos porque bueno... ¡es tu nombre!

Y por último, los desquiciados. ¡Esos sí son un loco calato! Investigando un poco, encontré un artículo interesante. Aquí les pego un pedacito. Sé que después de leerlo amarán sus nombres más que nunca.

“Viajé a Chone, un pueblo de 20.000 habitantes en el interior de Ecuador donde sus habitantes tienen los nombres más increíbles del planeta: Alka Seltzer, Lincoln Stalin, Unidad Nacional Centeno, Burger King Herrera, Alí Babá Cárdenas, Vick Vaporup Gíler, Conflicto Internacional Loor, Cien Pies Pinares, Puro Aguardiente Zambrano...”

Ok, acabo de decidir que quiero ir a visitar ese pueblo.

A mí me llamaron “Johanna Patricia”. Johanna porque a mi papá le gustaba una canción del mismo nombre cantada por Kool & the Gang. Excepto que la canción es JOANNA pero él al momento de registrarme, se equivocó y le aumentó una H. Un poco gracioso ¿no? Y Patricia, porque ese es el nombre de mi mamá.

¿Y a ti? ¿Te gusta tu nombre? ¿Sabes por qué te lo pusieron? ¿Cómo te hubiera gustado llamarte? ¿Has pensado qué nombre le pondrás a tus hijos? ¡Demasiadas cosas que quiero saber!

Para terminar, tranquilo; si no te gusta tu nombre, recuerda que cuando seas padre/madre tendrás la oportunidad de ponerle el nombre a tu hijo. ¡Escoge bien, por favor!

Besos y abrazos.