miércoles, julio 30, 2014

Te la tienes que creer

Esa es la idea. Llega un momento en que la única persona que puede convencerte de cuán bueno eres, eres tú mismo. Sí, los amigos van a hablar y sí, tu mamá te va a decir que eres el mejor del mundo.

Y ya, algunas veces les vas a creer, pero en el fondo sabes que tus amigos siempre quieren verte bien y dicen lo que sea para levantarte el ánimo; y que tu mamá es tu mamá y para ella todo lo que hagas siempre va a ser como si acabaras de descubrir un nuevo elemento químico.

Así que esa es la cosa. Que al final no importa si todos te repiten lo bueno que eres o si por el contrario todos te critican, porque la última pieza del rompecabezas la pones tú.

Oye, probablemente no seas el más guapo o la más linda; quizás no tengas el mejor cerebro, carro o toda la plata que quieras. Pero caray, eres lo que eres y eres genial, causa.

Créetela. Decir que eres lo peor, que nunca lo vas a lograr o que las cosas son difíciles, solo hace que cada vez estés más lejos de la meta.

Créetela, porque eso se transmite misma infección de piojos, y si otros ven que te la crees, ¡también se la van a creer!


Y un día ya no será necesario que alguien te repita esto porque simplemente estarás convencido de que es cierto. 

Abrazos,
Johanna.