¡Hey viciosos! Ja, ja Aquí vuelvo después de estar unas semanas fuera de acción. Espero que anden bien, sonriendo a la vida, bailando y cantando, ¡un circo total, eh!
Y nada, gracias a todos por contarme sobre sus mascotas, se ve que los aman –igual como yo amo a mi Pancho Rodolfo De La Costa Brava Dancur-.
Hoy vengo con otro Tópic: Los teachers. Esos individuos que tienes que ver por 11 años en el colegio y luego, cuando piensas que ya terminaste con ellos, te los vuelves a topar en la universidad.
¿Qué podemos decir de los profesores? Sí, son raros; algunos buenos, otros horrendos; hay antipáticos, otros que te los comerías con zapatos y todo… son como una caja de bombones –los profes, no la vida-: nunca se sabe cómo te va a tocar.
El profe que más he amado hasta ahora –esperemos que vengan más como él ya que todavía ni acabo el cole- fue el que me enseñó C.T.A (ciencia) en 2º de Secundaria, Richard Solano, el popular Chupe –¡ay, lo amo!-.
Definitivamente era un amor, un santo total, nos tenía paciencia, y ¡uf! A mí me trataba como reina. ¿Preferencia? No sé, pero el caso es que se hacía querer. No me ha vuelto a enseñar, pero todavía cada vez que lo vemos por los pasillos un poco más y nos abalanzamos sobre él –exageración-.
En fin, ¿quién fue el “Richard Solano” de ustedes? Ese(a) profe que dejó huella, ya sea por su bondad o por las ganas que tenían de quitárselo de encima. Y otra pregunta más importante: ¿Qué fue lo que causó que les cayera tan bien o tan mal? Vamos, colaboren en saciar mi curiosidad.
ByA!
Chiquitita Jo’ =)
Y nada, gracias a todos por contarme sobre sus mascotas, se ve que los aman –igual como yo amo a mi Pancho Rodolfo De La Costa Brava Dancur-.
Hoy vengo con otro Tópic: Los teachers. Esos individuos que tienes que ver por 11 años en el colegio y luego, cuando piensas que ya terminaste con ellos, te los vuelves a topar en la universidad.
¿Qué podemos decir de los profesores? Sí, son raros; algunos buenos, otros horrendos; hay antipáticos, otros que te los comerías con zapatos y todo… son como una caja de bombones –los profes, no la vida-: nunca se sabe cómo te va a tocar.
El profe que más he amado hasta ahora –esperemos que vengan más como él ya que todavía ni acabo el cole- fue el que me enseñó C.T.A (ciencia) en 2º de Secundaria, Richard Solano, el popular Chupe –¡ay, lo amo!-.
Definitivamente era un amor, un santo total, nos tenía paciencia, y ¡uf! A mí me trataba como reina. ¿Preferencia? No sé, pero el caso es que se hacía querer. No me ha vuelto a enseñar, pero todavía cada vez que lo vemos por los pasillos un poco más y nos abalanzamos sobre él –exageración-.
En fin, ¿quién fue el “Richard Solano” de ustedes? Ese(a) profe que dejó huella, ya sea por su bondad o por las ganas que tenían de quitárselo de encima. Y otra pregunta más importante: ¿Qué fue lo que causó que les cayera tan bien o tan mal? Vamos, colaboren en saciar mi curiosidad.
ByA!
Chiquitita Jo’ =)
