¿Cómo están? Yo, honestamente, no muy bien. No ha sido un buen día. Por eso mismo me puse a pensar en qué hacer para sentirme mejor y llegué a la conclusión que nada más efectivo que escribir algo. Y si en el último post hablé sobre las cosas que me llegan, lo justo es que ahora hable de las cosas que me encantan.
Porque así como hay cosas que detestamos en la gente –y ya analizamos todo lo que nos produce en el post anterior-, también hay cosas que francamente ¡NOS VUELVEN LOCOS! Virtudes, características, esos no-sé-qué que nos hacen sonreír y que quisiéramos que cada persona con la que nos cruzáramos los tuvieran.
Les contaré un poco de lo que me encanta en una persona. Lo que les enumeraré son las cosas particulares que me gustan, no las básicas como: Amor a Dios, limpieza, solidaridad, sencillez, etc.
Primero, me fascina la gente detallista. Me encanta que te sorprendan con cualquier cosa sin motivo aparente. OJO, aquí la mayoría tiende a malinterpretar diciendo cosas como: ¡Qué materialista! Y comentarios de ese tipo. Yo soy feliz hasta con un papel arrugado que tenga mi nombre, el punto es que demuestra que esa persona pensó en ti y que se tomó un tiempo para hacerlo. Nunca sabremos cómo el detalle que tuvimos con alguien le pudo subir el ánimo o cambiar el día. Ahora mismo desearía que cualquier persona –así sea un desconocido de la calle- tuviera un detalle conmigo.
Algo que también me gusta es la gente positiva, esos que sí se quejan pero ¡NO TODO EL TIEMPO! Y que tratan de ver “el vaso de coca-cola medio lleno” y no medio vacío. Una persona que constantemente esté quejándose o viendo todo de manera negativa es agotadora; por otro lado, alguien que sabe apreciar las pequeñas cosas y que a pesar de todo encuentra una razón para sonreír, es simplemente REFRESCANTE.
Me gusta que alguien sepa preguntar “¿Cómo estás?”. No me refiero a que siempre estén preocupados por uno o que la conversación gire siempre en torno al otro, sino a que así como hablan y cuentan su vida, también sepan escuchar. Que no busquen la ocasión de hablar y una vez que terminaron de contar sus experiencias, dejen de prestar atención. Es lindo ver que alguien se interesa por ti y hace el esfuerzo por escucharte aún cuando no tenga ganas.
¡Los que se burlan de sí mismos pueden cambiarte el día! Definitivamente, es motivador pasar tiempo con una persona que puede reírse de ella misma y admitir que se equivocó.
Me encanta la gente que es capaz de dar y recibir un abrazo, así como dar y recibir un elogio.
Y por último y centrándome solamente en los muchachos. Me parece completamente encantador un chico que conserve las costumbres de un “caballero”. Darte la chompa si hace frío, cederte el asiento, cuidarte y más. A mí parecer, totalmente tierno.
Ahora sí, en el post pasado se quejaron y dijeron las cosas que honestamente LES LLEGABAN. En esta oportunidad siéntase libres de decir qué es lo que LES ENCANTA. No puedo esperar para saber cuáles son las cualidades que los hacen sonreír.
Un abrazo grande y sonrían a la vida ¿sí?
Chiquitita Jo’=)