domingo, mayo 13, 2012

El Perú y el arte de la justificación

Algo en lo que estuve pensando estos días es en que en el Perú hay muchas pero MUCHAS barreras que derrumbar. Estas barreras son un cáncer que se extienden en grandes sectores de la población y van pudriendo al país.

Lo triste es que sabemos que debemos cambiar, pero solo son unos pocos los que realmente se ponen las pilas, los que “se ponen la camiseta”. Y hay que ser sinceros, es muy difícil que unos pocos puedan cambiar al país. Eso de que “el cambio empieza por uno”, es TOTALMENTE CIERTO. Pero también es cierto que si el cambio se queda solo en uno, estamos fregados.

Una de las principales barreras para mí, es la capacidad de justificación que desarrollan TODOS, absolutamente TODOS los peruanos, y de los que solo un grupo reducido se logra deshacer. Ya, justificación... ¿cómo se come? Bueno, se come con harto camote porque es BIEN difícil de tragar.

Todos nos justificamos en lugar de asumir nuestra culpa. Ya, me dices que no siempre es tu culpa y sí, puede que algunas veces no seamos los culpables pero eso no es siempre, pues. Y sin embargo, ¿cuándo fue la última vez que no te justificaste y dijiste: “Pucha, me equivoqué”?

En el Perú justificamos TODO. Que si te citaron a las 3pm y tú llegaste 3:30pm, dices: “Ay, pero no me dijo que tenía que ser puntual, pues”. ¿QUÉ COSA? Nadie “tiene” que decirte que seas puntual, serlo es demostrar tu interés por los demás y se acabó.

Que si el profesor dejó una tarea y no la hiciste: “Ay, pero dejó muy poco tiempo, pues”. Brother, eres un estudiante y tu DEBER como estudiante es cumplir la tarea, no importa si dejó una semana o un día. Y si decides no hacerla, pucha, es tu decisión pero no te justifiques con tonterías.

Que te pagaron y en lugar de saldar una deuda que tienes, vas y te compras algo, luego esta persona te hace un comentario y encima osas asarte y decirle: “Pucha, pero no me dijiste que querías el dinero para hoy”. ¿Es en serio? Si tienes una deuda, págala a penas puedas y se acabó.

Y UNA DE MIS FAVORITAS es la siguiente: Se propasan con una chica en la calle, le “meten la mano” y nunca faltan los comentarios: “Eso le pasa por salir calata a la calle, pues”. ¿PERDÓN? Señores, ¡esa no es excusa de nada! NADIE tiene el derecho de tocar a una mujer sin su consentimiento, ya sea que salga con un hábito de monja o hasta desnuda a la calle. ¿Acaso no pueden controlarse? ¿Son animalitos o qué rayos?

Me indigna pensar en que una mujer no pueda caminar por las calles sin sentir una especie de miedo al pensar que pueda venir algún desadaptado y hacerle algo. ¿A ese punto hemos llegado?

¡Ah y ésta! IMPERDIBLE. Cuando a uno le roban en la calle, LA CLÁSICA (y no por ser “clásica” deja de darme menos pena) es esta afirmación: “Seguro que sacó el celular (iPod, billetera, etc) en plena calle”. ¡ASUMARE! O sea YO no puedo sacar en la calle algo que me he comprado porque tengo que estar preocupada de que OTROS me roben. ¡¿Dónde rayos estamos?!

¿Soy yo la única que se siente indignada al pensar en esta situación? El que alguien salga a la calle con algún equipo nuevo DE NINGUNA MANERA justifica que le roben. ¿O acaso si yo veo a alguien con lo último en tecnología le voy a robar? NO PUES. Nadie tiene impulsos que no pueda controlar; por favor, tienen cerebro, ÚSENLO. La necesidad está, pero eso no justifica el robo, NO LO JUSTIFICA.

Basta de esto, en serio, basta.

El mundo está en manos de los hombres y mujeres que deciden ajustarse los pantalones y atreverse a ser diferentes. La gran pregunta es, ¿cuánto tiempo más hará falta antes de que te decidas a formar parte de ese grupo?

Johanna.