Hace unos días vi el video de un
chico que tiene OCD (Obsessive Compulsive Disorder) o en español TOC (Trastorno
Obsesivo Compulsivo) y él contaba, mediante un poema, cómo era todo este tema
de enamorarse y mantener una relación, desde su perspectiva.
Ya saben, el OCD se caracteriza
por ciertos tics que tiene una persona, como tener que limpiar diez veces algo
antes de poder estar conforme. Apagar las luces veinte veces antes de dormir. Qué
sé yo, mil cosas más.
Neil retrata perfecto y con
detalles los tics que suele tener y cómo al principio ella los aceptaba, pero
luego fueron incomodándola, llegando al punto en que la hastiaban, le cansaban.
Y ahí se acabó todo. El punto es que para ella pudo haber acabado, pero para
Neil no.
El video me rompió el corazón.
Porque pienso que quizás él, sabiendo cómo es todo este tema del OCD,
probablemente pasó toda su vida tomando precauciones, tratando de no acercarse
tanto a alguien, de no derribar las barreras que él mismo pudo haber puesto. Y entonces
apareció ella, hubo química, sonrisas y millones de mariposas, y todo parecía
perfecto. Y luego no.
¿Qué pasa ahora con él? Todos sabemos
lo difícil que es sacarse a alguien de la cabeza y quizás para una persona con
OCD sea doblemente difícil hacerlo. Cuando terminé de ver el video, debo
admitir que quería agarrar a puñetes a la chica y gritarle “¡¿Qué te sucede?!”
mientras la samaqueaba. Sí, fuera de lugar pero ya qué, estoy segura de que le
pasó lo mismo a muchos.
Y ya, luego de toda esta apología
al OCD y a Neil Hilborn, pregunto yo: ¿no es igual con todos nosotros? Quizás
no tengamos OCD, pero tenemos manías únicas que pueden llegar a molestar a
otras personas. El tema es que, de vez en cuando, aparece alguien a quien
parece no molestarle tanto y nos sentimos a gusto con esa persona.
Compartimos momentos, que se
transforman en recuerdos, y a veces cuando todo se acaba, eso es lo que más
cuesta sacarse de la cabeza. Fregados todos.
Lo paja es saber que aunque todo
sea difícil al principio, un muy buen día todo será parte del pasado. Y las
personas que están en el pasado, están ahí por algo y allí merecen quedarse.
Bue, me afané con el tema del
video y eso, pero en serio me gustó y a pesar de que a muchos nos pueda
arrastrar el ánimo por el piso, creo que si miramos el asunto desde otra
perspectiva, nos sentiremos mejor. Que es la idea.
Les dejo el videito por si no lo han visto aún. Y con substis.
No se corten.
Besos.
1 comentario:
no vi el video aun, no se si lo vea, en realidad para mi es bastante claro que todos los seres humanos somos lo suficientemente desagradables como para que alguien pueda estar contento con nosotros todo el tiempo ,y es que tenemos algunas cosas buenas que valen la pena, y muchas otras mas por las que deberían tirarnos por la ventana...pero...Gracias a Dios , el amor, el amor de verdad no tiene nada que ver con eso (si, si existe porsiacaso) y no tiene que ver con la suerte o el destino, es una decisión muy consiente, un compromiso mutuo...en el que desgraciadamente siempre habrá la posibilidad que alguien falle...por que los seres humanos somos un desastre...pero el asunto es no recurrir en ultima instancia a nosotros mismos, porque en realidad una relación nunca es de dos, es de tres, y aunque parezca mentira para algunos , el tercero es el mas importante, tan importante que es el que nos salva, el que une a la pareja, el único que no falla a nadie y que puede llenar cada vacío, si la pareja ama ama ama y sabe lo que es amar , amara mas a este tercero de lo que se aman entre ellos , ajà, este tercero es Dios, dichosos los que deciden creer , lo he visto en mis padres de primera mano, en mis suegros, en fin lo veo diariamente en muchas parejas...y tristemente veo el contraste en otros que están muy solos a pesar de vivir en pareja o de pareja en pareja, pues no conocen el amor ...eso es muyyyyy triste...
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