No creo ser la única que pasa más de 8 horas sentada tras un
escritorio, cinco días a la
semana. Además de
esto, también pasamos
un buen tiempo sentados en los buses o taxis, tanto de ida como de vuelta. Y
para poner la cereza al pastel, cuando volvemos a casa no es que estemos de pie
todo el tiempo, por el contrario, nos acomodamos en el escritorio, a la mesa o en la
cama.
Ya sea que tengas una rutina de ejercicios o
no, el punto es que pasamos MUCHO tiempo sentados, lo cual no es precisamente
positivo para la salud, pues según los expertos podría producir obesidad, problemas
cardíacos,
enfermedades cardiovasculares, diabetes y uff, la lista continúa. En otras palabras, ¡párate, amigo!
Cuando me enteré de esto, poco más y entré en colapso, porque
personalmente, paso prácticamente
once horas sentada. Entonces comencé a leer y a pensar en qué rayos podía hacer para ayudar a mis
articulaciones y músculos, y
no morir por pasar tanto tiempo con el trasero en la silla.
Entonces, a modo de resumen, estos son los
cuatro truquitos que estoy tratando de aplicar:
1. Estírate: Puede parecer tonto, pero que no pasen dos
horas sin que te pares de la silla, aunque sea para ir al baño. Cada que entro a los servicios,
aprovecho que nadie me ve para levantar los brazos, flexionar las rodillas y
mover un poco el cuerpo.
2. Que nadie vaya
a comprar por ti: Deja
de preguntar si alguien irá a
comprar y párate tú. Quizás el sol te desanime, pero tus
piernas te lo agradecerán (puntos
extras si utilizas las escaleras en lugar del ascensor).
3. Camina después de almuerzo: La idea es que caminemos como mínimo 30 minutos al día, así que, si de esa hora que tienes
de almuerzo, separas unos 20 minutos para caminar, ¡ya casi llegaste a la meta!
Trato de hacer esto casi todos los días, me pongo los audífonos y desaparezco de la
oficina por 20 minutos. Sí, el sol
mata, pero lleva tus lentes pues (y usa bloqueador, parfavar). Camina y desestrésate un poco.
4. Baja del micro
un paradero antes: Y
para completar esos 30 minutos, nada mejor que bajar del bus o del taxi unas
cuadras antes y caminar, a paso tranquilo, hasta tu chamba. La idea no es que
corras y malogres tu maquillaje/peinado/atuendo de moda, simplemente camina
tranqui, a paso relajado y mueve esas piernitas.
Esas son las cuatro cositas que estoy
tratando de aplicar para que no se me pudran las extremidades inferiores (?). Ya sabes, muévete un poco más y siéntete libre de usar cualquiera
de estas.
Abrazos,
Johanna.