jueves, febrero 17, 2011

Los "eleva-ego"

Saludos, besos y abrazos, flores amarillas, arroz y todo lo que se pueda lanzar. ¿Todo bien? Yo sí. Hoy quiero reírme de todo y de todos y disfrutar de la linda noche. Es que mi día se desarrollaba de manera ordinaria y normalona hasta que recibí una llamada que me hizo sonreír.

Así que procederé a colocarme los lentes, acomodarme en la posición del narrador de cuentos y a continuación les explicaré el por qué de mi tan inesperada felicidad.

Verán, dicto clases de matemática, no sé por qué, nunca me gustaron las matemáticas pero uno tiene que explotar lo que sabe. Entonces, hoy mientras estaba por entrar al cine, recibí la llamada de la mamá de uno de mis alumnos; la verdad, lo primero que pensé fue: “Ya, me llama para reclamarme y exigirme que le devuelva el dinero porque seguro su hijo no ha aprendido nada”.

Y así, un poco temerosa contesté la llamada. Para mi tranquilidad la señora me llamaba para darme “buenas noticias” pues mi alumno había aprobado con muy buena nota el tan temido examen, ese para el que lo había estado preparando desde hacía casi dos meses. Me felicitó y me dio las gracias.

¿Acaso no se siente genial cuando alguien te felicita por haber hecho bien tu trabajo? Y se siente mejor todavía cuando no estabas seguro de si lo habías hecho bien o no. Así es, las felicitaciones son el tema de hoy.

Pero la verdad, yo prefiero no llamarlas “Felicitaciones”. Para mí –y no lo van a negar- son más como “Eleva-egos”, porque esa es la función que cumplen. Recordarnos que hicimos bien una tarea, que cumplimos y hasta superamos las expectativas… en fin, aumentarnos un poquito el amor propio. Y me parece genial.

No digo que debamos andar con el ego por las nubes, pero nadie me va a decir que nunca se ha encontrado un poco decaído y que una felicitación o eleva-ego, no los hizo sonreír y decir: “Bueno, no estuve tan mal como pensaba”.

Por lo menos hoy, yo me sentí dichosa y mantuve una tonta sonrisa en el rostro por un par de horas. ¿Y a ustedes? ¿Alguna vez les han dado un “eleva-ego”? Me cuesta pensar que no. Así que anímense y cuéntenme qué es lo que recuerdan en cuanto a este asunto.

Me despido saltando en un pie y mandándoles más besos y abrazos que nunca.

Chiquitita Jo’ =)

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola nena, la verdad es que están mas que bárbaros los eleva-egos... a mi me paso también una vez que una amiga estaba muy mal y no se animaba a hablar con su padre y le aconseje una forma de poderlo hacer si tanto le costaba hablarle...
y lo hizo aunque uno nunca sabe como resultaran las cosas y lo importante era que ella se sintiera mejor y no me preocupaba en absoluto que me dijera nada...pero me llamo agradeciéndome por mi ayuda y hasta incluso el padre me agradeció porque nunca hubiera sabido lo que pensaba su hija si no fuera por mis palabras que la alentaron...y me sentí feliz de poder hacer feliz y ayudar a mi amiga...es algo de que no me olvido aunque haya pasado ya tanto tiempo y lo que me da, siempre k recuerdo una sonrisa en mi rostro.


jeje
muy bueno el topic pekeña...me encanta

te quiero jov