lunes, agosto 06, 2012

No importa cuántas veces me llames idiota

Hola! Les doy calurosa bienvenida, bastante opuesta al HELADO saludo con que me recibió el ciclo 2012-II. Así es, de vuelta a la universidad.

Triste que tu centro de estudios sea el primero que empieza entre todas las otras universidades, pero bueno, así están las cosas, ya algún día iniciaremos clases a mediados de agosto como todos los demás y tendremos manos con 5 dedos, bueno, no todo en la vida puede ser lógico. Ok no. #LapsusComercialDelBancoFinancieroDetected.

Ya, cambiando de tema, siempre nos gusta tener la aprobación de los demás, ¿cierto? Bueno, no es que nos guste así como que es imposible hacer algo sin que otros estén de acuerdo, pero ADMITÁMOSLO, es mucho más fácil ver que las personas te alientan que sentir que se te clavan flechas llenas de “Pobrecito/a, no sabe lo que hace”.

Yo, lo reconozco, me siento mucho más cómoda cuando personas cercanas e importantes a mí están de acuerdo con lo que decido, pienso, hago. Eso no me hace perder personalidad ni nada, simplemente admito que es paja ver que estamos de acuerdo muchas veces. Lógico, hay veces que no y es normal.

Pero, ¿nunca han estado en ese incómodo momento en que tomas una decisión, ya sea complicada o simple, y de pronto todo el mundo está contra ti? O bueno, no en contra, pero simplemente piensan algo distinto.

A mí me ha pasado y me han llamado desde ingenua, pasando por lorna y llegando hasta idiota. No me ha pasado solo una vez y ok, les tengo noticias, sí, a veces soy ingenua, lorna soy de nacimiento e idiota, bueh... supongo que a veces me he comportado como una.

A lo que yo voy es que si estás seguro de querer hacer algo (y ya he hablado en otro coso-artículo del proceso para tomar decisiones y de nuestra capacidad para asumir las consecuencias) y de pronto mucha gente no está de acuerdo, quizás debes reconsiderarlo, y si después de hacerlo sigues estando seguro, entonces: Go for it, my friend.

I mean, es obvio que estas personas que se oponen tienen buenas razones para hacerlo -o al menos eso espero-, así que tómate un tiempo “extra” antes de hacer lo que piensas hacer y evalúa lo que te dicen, total, no pierdes nada.

Si lo pensaste dos veces y te diste cuenta que naranja guando con lo que pensabas hacer, entonces ¡en buena hora! De la que te salvaste.

Pero, Johnny, si después de pensar en todo sigues seguro de lo que harás, no dejes que los otros comentarios te desanimen, es común que a veces estas personas que se preocupan por ti se dejen llevar por el amor y te traten un poco feo, así tipo “Más me pegas, más te quiero”, a ver si con eso reaccionas. Recuerda: Es bueno escucharlos y considerar lo que dicen, pero tampoco debes olvidar por completo lo que sientes y piensas, y AGAIN: SI ESTÁS PREPARADO PARA AFRONTAR LAS CONSECUENCIAS Y HAS PENSADO (USADO TU LINDO CEREBRO), entonces bueno, qué más pe.

Por lo demás puedo decir que en mi corta experiencia de vida, ha habido veces en que los otros tenían razón y debí o no debí hacer algo y asumí las consecuencias, PERO también hubo veces en que lo que yo pensaba e hice era lo correcto y fue buenazo.

En todo caso, los dejo con esta frasecita que me gusta bastante y de nada más y nada menos que un GENIO como lo fue Facundo Cabral:

“De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
Bendición, hermosos.

Johanna.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bastante reflexivo, te felicito combinas con mucho tino la sorna y la información, es algo que los comunicadores de hoy no manejaos muy bien.