Siempre hay una, admítelo. Existen
ciertas interrogantes que no sabemos cómo responder, son estúpidas o demasiado
complicadas para siquiera empezar a explicarlas y que, sin embargo, son las
preguntas recurrentes que nos hace todo el mundo.
A veces tiene que ver con la
edad, con el trabajo, la familia o con cualquier tontería. El tema es que simplemente te llegan no te gusta responderlas pero tampoco es que puedes ponerte un cartel en la frente que diga:
“Por si acaso, ni te atrevas a preguntarme por X cosa”.
La cara que pones cuando te preguntan eso que odias. |
Por ejemplo, una amiga odia que
le pregunten qué estudia y pues, sabemos que es una de las primeras cosas que
alguien quiere saber de ti, pero eso no hace que ella deje de tratar de evitar responder o que no quiera salir rápido de la situación. Apenas su cerebro
detecta que su interlocutor está abordando ese tema, empieza a buscar el
letrero de “Escape”.
En mi caso, no me gusta que me
pregunten –y corro el riesgo de sonar presuntuosa al contarlo, pero ya qué- cómo
aprendí a hablar inglés, porque la verdad es que simplemente no sé. Trato de
mezclar un montón de respuestas y cuando empiezo a ver la cara de qué-te-sucede-no-entiendo-lo-que-dices
de las personas, resignada, atino a decir que “me gustan los idiomas”.
Pensé en eso porque hoy me lo
volvieron a preguntar y, aunque ya tengo mi respuesta preparada, una vez más
volví a balbucear y decir cosas sin sentido. He llegado a la conclusión que
para evitar molestias, simplemente preparo mi respuesta cliché y la tengo lista
para el próximo curiosillo que quiera conocer eso de mí.
¿Qué preguntas odias que te hagan
porque simplemente no sabes o no quieres responder?
p.d Ah, otra pregunta que odio es: ¿Y el enamorado? ¿Para cuándo? U__________U