Dicen que el tiempo vuela
cuando te estás divirtiendo, pues parece que he encontrado la diversión de la
vida acá porque en un abrir y cerrar de ojos ya son siete años. ¡Siete años del
blog!
Cuando lo abrí (2007 – 13 años,
segundo de secundaria) dije “Esto se TIENE que hacer conocido” y conforme
pasaron los años me di cuenta de que en realidad la cosa no era tan fácil. Y ahora
(2014 – 20 años, 4to año de universidad), siete años más tarde y con más de 70
posts al hombro, a mi blog solo lo conoce mi abuela, mis viejos, un par de
familiares más y varios amigos.
Pero la verdad es que eso no
mata el sueño. No dejas de hacer lo que te gusta solo porque aparentemente no
funciona. Lo sigues haciendo porque es lo que amas. Y porque para ti –aunque todos
digan lo contrario- vale la pena.
No saben cómo se me agranda el
corazón cada vez que alguien me dice que le gustó lo que escribí. Y cómo todo
dentro de mí salta -y prácticamente hiperventilo- cada vez que alguien comenta
algún post. Puede que sean cosas chiquititas, pero cuenta un montón. Es como
que alguien hable bien de tu hijo, así pues, así me siento.
Casi olvido que hoy se
cumplían siete años porque estaba centrada en cosas de la universidad, cosas
que habían salido bien y otras tantas que habían salido mal. Si no hubiera sido
por una gran amiga que me recordó esto, este día hubiera pasado desapercibido.
Y a veces pasa que dejamos que
las cosas del día a día nos alejen un poco de nuestra pasión, de esas cosas que
amamos. Y francamente, no vale la pena. Olvidamos lo hermoso que tenemos por
centrarnos en las “cosas importantes”.
Pero es genial que justamente
cuando esas ‘cosas importantes’ no están yendo tan bien, podamos recordar un
poquito las cosas básicas que tenemos, lo lindo de nuestra vida, y nos podamos
sentir, al menos, un poco menos miserables.
Gracias a todas y cada una de
las personas que, al menos una vez, han leído algo que he publicado acá; a todos
los que se tomaron el tiempo de dejar un comentario, por más chiquito que
fuera; a los pocos que en algún momento compartieron el blog en alguna red
social y a los muchos que abrieron y cerraron sin leer nada.
Siete años de exagerar todo y
créanme que aún hay demasiadas cosas por las cuales hacer drama.
Algunos saludos por Facebook, Twitter y una foto que me hicieron. |
Abrazos,
Johanna.