Siempre digo que tengo “memoria
de pollo”. Lo digo porque muchas veces no puedo recordar nombres ni caras o
algunas conversaciones que tuve recientemente. Pero creo que eso pasa porque
simplemente no presté mucha atención.
Quisiera que esta “memoria de
pollo” fuera así para todo, porque resulta que así como me es súper difícil
recordar algunos nombres, se me hace igual de tranca olvidar algunos otros. Y
vaya que quisiera olvidarlos.
Amistades pasadas, recuerdos,
peleas, amores fugaces y muchas otras categorías entran en mi lista de cosas
que desearía no tener en el cerebro.
Lo que más odio es que parece que
todo está bien y andas cantando “a lo pasado, pasado” y de pronto un buen día
estás conversando y tu compañero dice algo que hace que tu mente vuele y
recuerdes algo que pasó hace mil años pero que todavía está ahí.
O la clásica, estás en la combi,
suena una canción “de aquellas” y cual huevo frito mezclado con leche, hace que
tu cerebro te vomite encima todo tipo de memorias.
Y no, no porque sientas algo,
sino porque caray, los recuerdos se pegan al cerebro. Supongo que para algunos
es más fácil no recordar, pero yo soy ese tipo de persona que guarda todo. Aun
sin sentir nada. Soy ese tipo de persona que simplemente lo guarda para
ocasiones posteriores.
Y ya me cansé de intentar que no
pase. Es parte de vivir, supongo. Al final todas esas cosas –TODAS- componen la
carpeta de tu vida y por más que pases mil años sin pensarlas, en algún momento
–de la nada- saldrán a relucir.
Abrazos,
Johanna.
foto: moonomo.com
1 comentario:
No sé si sea masoquismo pero hasta los malos recuerdos me sacan sonrisas, lo tomo tan deportivamente xD "ya lo pasado, pasado... y pisado de paso" (sacado de alguna combi) Buen post lindita :)
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